Sotillo de la Ribera, antiguo señorío del Duque de Lerma, es un municipio de paisaje típicamente ribereño, con viñedos abundantes y bodegas de los siglos XVII-XVIII. Durante el reinado de Carlos III, esta villa (beneficiada por el auge económico del vino) conoció sus años de esplendor, cuya materialización es posible contemplar en los elegantes edificios blasonados, entre los que destacan el Ayuntamiento, la Casa de la Botica y el Palacio de los Serrano. También se termina en este periodo la Iglesia Parroquial de Santa Águeda, una “de las mejores del Obispado”.

Además de estos distinguidos edificios, en Sotillo de la Ribera también podemos encontrar:

• Fuente y abrevadero: ambos de piedra se acaban en 1727, y contituye un claro antecedente de las actuaciones ilustradas. Es una obra funcional no exenta de complejidad técnica. Situada a la izquierda del antiguo camino real, sustituye a una anterior fuente mandada construir por el Duque de Lerma.
• Esculturas: tallas de Amancio Calvo, mezcla de religiosidad, sensibilidad y humanidad. Las encontramos por diversos rincones y espacios de Sotillo de la Ribera.
• Bodegas subterráneas: Tienen fama de ser de las mejores de toda la Ribera. Abiertas en el monte de San Jorge, se ordenan en tres niveles alrededor de un cerro cónico. Son largas galerías excavadas en la tierra, muchas con bellas bóvedas de piedra, donde reposa, entre oscuridad y silencio, el vino.

Si te gusta el senderismo, puedes conocer el entorno natural de Sotillo de la Ribera recorriendo el Sendero de las Ermitas: construidas en los siglos XVII y XVIII, las cinco ermitas (San Isidro, Santa Lucía, Santa Ana, Nuestra Señora de la Virgen del Prado y San Jorge) se disponen en el terreno formando dos cruces, una más grande y otra más pequeña, contenida dentro de la primera.

Sotillo de la Ribera celebra sus fiestas patronales en honor a Santa Águeda (febrero). También se celebran las fiestas de Nuestra Señora de la Virgen del Prado (septiembre), pero además destaca su Semana Santa con el "canto del Miserere". 

En Sotillo de la Ribera podéis ver, además, dos de los árboles singulares de la Ribera del Duero, la Encina y Sabina Albar de las Zapatillas.

Actualmente Sotillo de la Ribera es un pueblo próspero, tiene varias bodegas elaboradoras de vino Ribera del Duero, una fábrica de morcillas y embutidos, un restaurante, alojamientos turísticos, cuatro bares... Historia, arte, tradiciones, senderismo, enoturismo y una exquisita gastronomía completan la oferta que este pueblo ofrece al viajero.

Gentilicio de Sotillo de la Ribera: sotillanos.