Ayuntamiento de Quintanilla de Arriba
Plaza Mayor, 4
47360 Quintanilla de Arriba (Valladolid)
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Localización
Quintanilla de Arriba, asomada al río Duero que lame su caserío, equidista por la N-122 (la A-11 o la autovía del Duero en construcción), 45 km de Valladolid y de Aranda de Duero, siendo 7 los km que llevan hasta Peñafiel.
El territorio de Quintanilla de Arriba, de 28,3 km2, limita con la Zona Arqueológica de Pintia (Padilla de Duero-Peñafiel) donde en época prehistórica ( siglos III y IV a.d.C.) ya aparecen tartratos en recipientes cerámicos de su necrópolis, lo que da testimonio de la presencia del vino en estas tierras en época tan temprana. Posteriormente los romanos que ocuparon Pintia cultivaron la vid y elaboraron vino y en el siglo XII los monjes cistercienses que fundaron el Monasterio de Santa María de Valbuena, trajeron de su Borgoña natal las vides que plantaron en la “vinea monachorum” citada en los documentos, en su granja de Monviedro, en el actual pago de Valdelasmonjas, perteneciente al término municipal de Quintanilla de Arriba.
El Infante Don Juan Manuel (siglos XIII y XIV), señor de la villa de Peñafiel y los lugares de su tierra, entre los cuales se cuenta Quintanilla de Arriba (entonces de Suso), establece en sus ordenanzas una detallada reglamentación del comercio del vino en su señorío. Por este motivo Quintanilla de Arriba forma parte de la ruta de Don Juan Manuel, además de la ruta vallisoletana de Carlos V.
El cultivo de la vid, los majuelos, el comercio y el consumo del vino, que siempre fue considerado un complemento básico fundamental de la dieta alimenticia de las gentes de Quintanilla de Arriba y de estas tierras de la Ribera del Duero, junto a los chozos de viñador, los lagares y lagaretas, las bodegas subterráneas del cotarro de las bodegas, las costumbres y usos de las vendimias, el vocabulario en torno al vino; todo ello da testimonio de la importancia del vino en la vida y en la cultura de Quintanilla de Arriba y de los quintanilleros que siempre fueron muy aficionados al morapio de las bodegas, a las merendolas y al ritual de subir a por el jarro, el cántaro y el garrafón de vino fresquito.
La concentración parcelaria de los años 60, el cultivo hegemónico de la remolacha supusieron la decadencia y el arranque de gran parte del viñedo, majuelos y postizos y un enorme descenso de la producción del vino que antaño llegó a alcanzar la cifra de 100.000 cántaros.
Los años 80 del siglo pasado, y la creación de la Denominación de Origen Ribera del Duero supusieron un renacimiento del cultivo de la vid, que se acentuó en los años 90 y sigue muy activo. Actualmente en Quintanilla de Arriba, en el corazón de la Ribera, en la llamada milla de oro, el viñedo es un cultivo en auge con más de 300 hectáreas de viñedo de alta calidad, y 8 bodegas comercializadoras de vino.
Entre su patrimonio destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o la Ermita del Cristo de Cabañón, de piedra y ladrillo, levantada hacia el año 1991 por el pintor local Francisco Arranz Escobar.
Quintanilla de Arriba cuenta con una zona de playa fluvial a orillas del Duero que permite a los bañistas darse un chapuzón cuando pega el sol veraniego. Esta zona es compartida con la etapa 12 de la Senda del Duero GR14.
Este municipio vallisoletano celebra sus fiestas principales en homenaje a Nuestra Señora del Rosario La Función (primer domingo de octubre). Además se celebra San Masín (tercer fin de semana de agosto), que son las llamadas fiestas de verano.
Gentilicio de Quintanilla de Arriba: quintanilleros.