Ruta de los Castillos
Nos adentramos en una ruta que te hará viajar por el tiempo hasta la Edad Media, época de máximo esplendor de los castillos.
Durante la época medieval, estas fortificaciones no solo cumplían fines militares sino que también servían de residencia a la nobleza o a los propios reyes pero, con el ocaso del feudalismo, a finales del siglo XVI, van siendo abandonados y sustituidos por mansiones palaciegas en la corte, quedando obsoletos en su función militar y perdiendo interés.
Nuestra Ruta de los Castillos, declarados Bien de Interés Cultural en unos casos o Monumentos en otros, formó parte del eje fronterizo del Duero entre los reinos cristianos y musulmanes durante la Reconquista.
La situación estratégica del Castillo de San Esteban de Gormaz, en la cima de un cerro, permitía el control del paso sobre el puente que salvaba el río Duero. A pesar de su estado ruinoso, el castillo de San Esteban de Gormaz tiene una importancia relevante, conservándose en la actualidad una parte de su muralla, otros restos de muros y un aljibe.
Seguimos con el Castillo de Peñaranda de Duero, fortaleza robusta y sobria, que cuenta con una llamativa “torre del homenaje” por sus dimensiones y por su buen estado de conservación. En el interior de esta torre se encuentra un Centro de Interpretación de los Castillos.
La villa de Peñafiel se avista desde lejos gracias a la presencia de su imponente y regio Castillo, sede del Museo Provincial del Vino de Valladolid desde 1.999 y uno de los mayores emblemas del enoturismo en la Ruta del Vino Ribera del Duero. Su singular arquitectura se adapta a la configuración del cerro peñafielense a lo largo de más de 210 metros de longitud y 33 metros de anchura, confiriéndole el aspecto de un gigantesco navío, siendo conocido como “El Buque de Castilla”.
Se dice que el castillo de Curiel de Duero es el más antiguo de Valladolid y también el punto habitado más alto de esta provincia. Fue propiedad de siete reyes castellanos y entre sus anécdotas se cuenta que en la fortaleza estuvo preso Diego de Castilla y Sandoval durante 54 años.
El Castillo de Langa de Duero fue construido en los siglos XIV o XV. La leyenda cuenta que el Duque de Medina-Sidonia, hermanastro de la reina Leonor de Castilla, estuvo preso en su torre, logrando escapar gracias a una cuerda proporcionada por los mismos vecinos. Es conocido por sus paisanos como “ Cubo” y los mismísimos Reyes Católicos se alojaron en este castillo en 1506. La única parte del castillo que se conserva intacta es su torre, que ha sido rehabilitada y abierta al público.
El municipio de Haza es uno de los “balcones” de la Ribera del Duero por excelencia, con extraordinarias vistas a la vega del río Riaza. De su Castillo del siglo X sólo se conserva, a duras penas, su torre del homenaje y un enorme pozo.
El Castillo de Castillejo de Robledo fue levantado por la Orden del Temple en el siglo XII sobre una fortificación musulmana anterior y su estado es casi de ruina.
Y finalizamos nuestro recorrido con el Torreón de los Guzmán, en Caleruega, una torre rectangular de cuatro plantas, con 17 metros de altura e implacable aspecto reforzado con muros de dos metros de grosor que data del siglo X.
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